Ahora que las obras de la Rúa da Carreira avanzan y los vecinos de Miño podemos vislumbrar su utilidad y resultados, tal vez sea oportuno opinar sobre los previsibles aciertos y desaciertos de las mismas y de sus consecuencias.
En los objetivos de las Bases Técnicas de la convocatoria se mencionaban los siguientes aspectos como: remodelar la totalidad de la Travesía da Carreira; reorganizar el aparcamiento público; se debía mantener la doble dirección y ordenarse los puntos conflictivos actuales; eliminar barreras arquitectónicas y acondicionar taludes en los accesos actuales; valorar la calidad de los materiales empleados y del mobiliario urbano; mejorar la circulación en el entorno del cruce da la Avda. Carreira, calle Galea y Avda. de la Playa; en la zona denominada Raxel incrementar el espacio útil y generar un aparcamiento público subterráneo. Estos eran los objetivos planteados por aquel concurso convocado en mayo de 2006 con un importe máximo de licitación de 5.000.000 de euros (IVA incluido) .
Sin embargo ya se pueden observar una importante distancia entre esos objetivos y los pocos logros que ya se vislumbran con el desarrollo de las obras:
Pareciera no haber dudas del el cumplimiento del punto a), ni tampoco del carácter más peatonal de la Travesía, de la adecuada solución de cuestiones relacionadas con la accesibilidad así como de las cuestiones relativas a los materiales empleados.
Sin embargo, y esto es lo más importante, el proyecto en ejecución no sólo no resolverá los problemas de tráfico existentes en el cruce de la Travesía de A Carreira con calle Galea, sino que lo empeorará, así como empeorarán las condiciones generales de aparcamiento.
Y todo esto ocurrirá, en gran parte, debido a que el ancho de la calle destinada al tráfico rodado que se está ejecutando es claramente insuficiente para el tráfico que soporta. Es que desde las propias bases de la convocatoria se potenciaban los problemas cuando se pedía compatibilizar cuestiones en sí mismas incompatibles: dos sentidos circulatorios, carácter peatonal y solución de nudos de tráfico habituales, en un espacio existente de por sí escaso para tanta pretensión.
Para poder compatibilizar todas estas cuestiones era imprescindible tener una visión estratégica del futuro del centro urbano de Miño que permitiese aprovechar la oportunidad que brindaba el concurso convocado.
Y la oportunidad fue doblemente desaprovechada por el grupo de gobierno por cuanto al menos en una de las propuestas se incluía una idea en este sentido.
Esta idea consistía en dejar la Travesía de A Carreira con sentido único en dirección Coruña desde su cruce con Calle Galea, proponiendo una nueva alternativa de acceso a Miño tal y como lo señalamos en el esquema que acompaña este escrito, y que por añadidura permitiría desviar el tráfico innecesario (el que sube a Bemantes y Vilarmaior) antes de entrar en el centro urbano.
Miño debe tomar decisiones potentes de cara al futuro desarrollo estratégico de su centro urbano, que no pasen sólo por aumentar la densidad de población sin plantear antes las cuestiones de las infraestructruras necesarias para ello, con su correspondiente financiación.
Por esto es que insisto en que el concurso fue una oportunidad perdida. Una de las propuestas descartadas en su momento, planteaba unos accesos viables desde el punto de vista técnico y también económico, por cuanto las partidas presupuestarias necesarias para su materialización estaban ya incluidas en el presupuesto que formaba parte del proyecto y que se encuadraba dentro de los 5.000.000 de euros establecidos por el Concello. Al día de hoy podríamos ya haber mejorado las condiciones de acceso y de tráfico en el centro urbano de Miño a la vez que hubiésemos ejecutado un boulevard realmente peatonal tal y como se requería en el pliego de bases del concurso.
Queda para más adelante analizar el aparcamiento subterráneo que han construido: cuestiones que tienen que ver con su funcionalidad, su ubicación en relación a los edificios existentes, ubicación en la que ha quedado la calle, accesos al aparcamiento y cruce con la calle que baja de A Regueira. R.S.O.
En los objetivos de las Bases Técnicas de la convocatoria se mencionaban los siguientes aspectos como: remodelar la totalidad de la Travesía da Carreira; reorganizar el aparcamiento público; se debía mantener la doble dirección y ordenarse los puntos conflictivos actuales; eliminar barreras arquitectónicas y acondicionar taludes en los accesos actuales; valorar la calidad de los materiales empleados y del mobiliario urbano; mejorar la circulación en el entorno del cruce da la Avda. Carreira, calle Galea y Avda. de la Playa; en la zona denominada Raxel incrementar el espacio útil y generar un aparcamiento público subterráneo. Estos eran los objetivos planteados por aquel concurso convocado en mayo de 2006 con un importe máximo de licitación de 5.000.000 de euros (IVA incluido) .
Sin embargo ya se pueden observar una importante distancia entre esos objetivos y los pocos logros que ya se vislumbran con el desarrollo de las obras:
Pareciera no haber dudas del el cumplimiento del punto a), ni tampoco del carácter más peatonal de la Travesía, de la adecuada solución de cuestiones relacionadas con la accesibilidad así como de las cuestiones relativas a los materiales empleados.
Sin embargo, y esto es lo más importante, el proyecto en ejecución no sólo no resolverá los problemas de tráfico existentes en el cruce de la Travesía de A Carreira con calle Galea, sino que lo empeorará, así como empeorarán las condiciones generales de aparcamiento.
Y todo esto ocurrirá, en gran parte, debido a que el ancho de la calle destinada al tráfico rodado que se está ejecutando es claramente insuficiente para el tráfico que soporta. Es que desde las propias bases de la convocatoria se potenciaban los problemas cuando se pedía compatibilizar cuestiones en sí mismas incompatibles: dos sentidos circulatorios, carácter peatonal y solución de nudos de tráfico habituales, en un espacio existente de por sí escaso para tanta pretensión.
Para poder compatibilizar todas estas cuestiones era imprescindible tener una visión estratégica del futuro del centro urbano de Miño que permitiese aprovechar la oportunidad que brindaba el concurso convocado.
Y la oportunidad fue doblemente desaprovechada por el grupo de gobierno por cuanto al menos en una de las propuestas se incluía una idea en este sentido.
Esta idea consistía en dejar la Travesía de A Carreira con sentido único en dirección Coruña desde su cruce con Calle Galea, proponiendo una nueva alternativa de acceso a Miño tal y como lo señalamos en el esquema que acompaña este escrito, y que por añadidura permitiría desviar el tráfico innecesario (el que sube a Bemantes y Vilarmaior) antes de entrar en el centro urbano.
Miño debe tomar decisiones potentes de cara al futuro desarrollo estratégico de su centro urbano, que no pasen sólo por aumentar la densidad de población sin plantear antes las cuestiones de las infraestructruras necesarias para ello, con su correspondiente financiación.
Por esto es que insisto en que el concurso fue una oportunidad perdida. Una de las propuestas descartadas en su momento, planteaba unos accesos viables desde el punto de vista técnico y también económico, por cuanto las partidas presupuestarias necesarias para su materialización estaban ya incluidas en el presupuesto que formaba parte del proyecto y que se encuadraba dentro de los 5.000.000 de euros establecidos por el Concello. Al día de hoy podríamos ya haber mejorado las condiciones de acceso y de tráfico en el centro urbano de Miño a la vez que hubiésemos ejecutado un boulevard realmente peatonal tal y como se requería en el pliego de bases del concurso.
Queda para más adelante analizar el aparcamiento subterráneo que han construido: cuestiones que tienen que ver con su funcionalidad, su ubicación en relación a los edificios existentes, ubicación en la que ha quedado la calle, accesos al aparcamiento y cruce con la calle que baja de A Regueira. R.S.O.
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