En vista de que en los últimos trece años el grupo de gobierno jamás dio explicaciones (o al menos explicaciones creíbles) sobre el caso FADESA, el grupo municipal socialista tuvo que forzar la convocatoria de un pleno extraordinario sobre el asunto.
El señor alcalde inició la sesión recriminando que se hubiese anunciado el pleno (olvidando que son públicos y por ello es lógico que se anuncien...) y calificando la asistencia de público como "romería", mostrando así cómo entiende el señor Veiga la democracia, cómo entiende la participación ciudadana, cómo respeta a sus vecinos: como un estorbo. Para él que unos ciudadanos, despojados de sus tierras hace trece años, que no sólo aún no las han cobrado sino que además han sido ninguneados, menospreciados y burlados por el gobierno local, acudan a presenciar un pleno en el que se tratará el asunto FADESA es una romería, un atentado a su autoridad. No había rosquillas, señor Veiga, ni gaitas ni baile. Sólo miñenses dispuestos a escuchar lo que usted tuviese a bien decir sobre la espada de Damocles que pende sobre ellos, sobre todo el pueblo.
Además de esto, el grupo de gobierno se negó a aprobar la moción en la que se solicitaba que la Xunta de Galicia asuma sus responsabilidades en este proceso. En primer lugar, ayudando en la exigencia a FADESA para que pague, y, en el caso de que esta reclamación no consiga que la empresa abone los más de 26 millones de euros que debe a los expropiados y sea el concello el responsable subsidiario, que colabore en este pago.
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Una propuesta constructiva, que sólo pretende buscar si no una salida sí al menos un alivio a la situación que vive Miño. Una respuesta a la pregunta del alcalde en el último pleno, que preguntaba al portavoz socialista ¿usted qué haría?.
En vez de agradecer que se le responda, Jesús Veiga se escudó en que él ganó las elecciones ( aunque heredó el cargo después de esperar largos años) y que es el alcalde. Le agradecemos la información, realmente necesaria, porque es difícil recordar que es usted alcalde, cuando ni sabe qué hacer, ni defiende a sus vecinos, ni ejerce como el líder que debería ser. Ha creado un problema, lo ha dejado crecer y ahora, cuando es ya enorme e inasumible, ¿qué hace? NADA, absolutamente nada más allá de recurrir toda sentencia desfavorable (es decir, todas) en una loca huida hacia delante.
Así que rechazó pedir ayuda a la Xunta, con el peregrino argumento de que "ya se pedirá". ¿Cuándo? ¿Cuándo FADESA desaparezca y el concello tenga que hacer frente al abono de 26 millones de euros a los expropiados?
La segunda moción proponía el traslado a la fiscalía del expediente, para depurar las posibles responsabilidades penales (o de cualquier otro tipo) que se encontrasen en él:
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Leyendo la moción se puede apreciar que durante los trece años que dura ya el proceso hay numerosas dudas de difícil explicación. Surgen muchas preguntas, que Veiga Sabín no supo contestar. Tan sólo reconoció haber firmado el contrato con FADESA en 2002 ¡faltaría más! y repitió por enésima vez que en 2008 pidió los avales, agitando una hoja en la que supuestamente lo decía.
No explicó por qué en 2002 no exigió los avales que hubieran evitado esta catástrofe a la que parece condenado el concello de Miño, ni tampoco por qué sí lo hizo (supuestamente) en 2008... quizá porque por entonces la empresa había entrado en concurso de acreedores y ya sabía que no los podía aportar?
Eso sí, confesó haberse asesorado sobre su responsabilidad en el asunto (¿pero no quedamos en que no había tenido nada que ver?) y que no había tal: firmar un contrato no es más que un simple trámite administrativo y no conlleva nada más. Esto ya dejó helada a la concurrencia, sin palabras ante semejante declaración procedente de una persona que lleva 31 años cobrando de la administración.
Finalmente, la votación.
Votos a favor: 6 (PSOE)
Votos en contra: 0
Abstenciones: 7 (PP)
Pues sí, el grupo de gobierno se abstuvo, por primera vez en los dos años y medio de legislatura, dejando que prospere la moción del grupo socialista. El expediente de FADESA irá a la fiscalía, y será un juez el que decida si todo este asunto ha cumplido con la ley. Si cumplió con la ética y la decencia que se presupone a cualquier servidor público lo puede juzgar cualquiera con sentido común leyendo los detalles del proceso.
No podemos imaginar el motivo de la abstención del PP. Podría ser que haya sido porque el alcalde supone que está libre de cualquier culpa. O porque alguno de los concejales populares se negó a votar en contra, aumentando la implicación en este turbio proceso, y la abstención de todo el grupo encubría esta disidencia.
Lo que sí es cierto es que hoy el gobierno local ha perdido definitivamente la iniciativa en el caso FADESA -si alguna vez la tuvo- y ha admitido tanto sus equivocaciones en los últimos trece años como que carece de legitimidad para seguir llevando las riendas del pueblo.
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