jueves, 20 de junio de 2013

JESÚS VEIGA YA ESTABA ALLÍ

El pasado martes conocimos una noticia que puede hipotecar el futuro de nuestro pueblo durante nuchos años. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha declarado al Concello de Miño responsable del pago del justiprecio por los terrenos expropiados en su día para la construcción de la urbanización Costa Miño y el campo de golf por la inmobiliaria Fadesa, por un total de más de 21 millones de euros.

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Y no nos podemos sorprender. Los socialistas de Miño llevamos años advirtiendo de que esto podía llegar, de que cada vez, con cada decisión del gobierno local en este asunto, se estaba más cerca de que el concello -es decir, todos los miñenses- fuera declarado responsable de un pago millonario.

Lo dijimos en prensa, en los plenos, en nuestros boletines. Lo dijimos no con el afán de perjudicar el buen nombre del pueblo, como pregonaban alcalde y concejales, ni con la voluntad de erosionar la labor de éstos.  No hacía falta recurrir al caso Fadesa para ello, sobran motivos de crítica a una gestión desastrosa: la ruinosa obra del bulevar, el parking con goteras, el asunto de Piñeiro, la política de manga ancha con el urbanismo...

No, nuestras advertencias pretendían evitar la situación a la que por desgracia hemos llegado. Sin los asesores que todos pagamos para supuestamente aconsejar en sus decisiones al equipo de gobierno, sin los medios de un concello, podíamos prever a donde llevaba una política que más parecía encaminada a defender a la empresa que a proteger los intereses de los vecinos.

Si desde el inicio de este asunto, en 2002, se ignoró a los expropiados y se permitió a la empresa campar a sus anchas , en 2008, la cosa se complicó más aún con el proceso concursal de Martinsa Fadesa. La posibilidad de que la inmobiliaria eludiese pagar los terrenos expropiados, y que a consecuencia de ello el responsable subsidiario del pago fuese el concello era ya real, y cercana. Y así lo dijimos en un boletín:
"O alcalde non é culpable da suspensión de pagos de Martinsa Fadesa, pero si da maioría das consecuencias que esta vai traer para Miño"

Boletín PSOE Miño nº 3

y, repetimos, no nos gusta haber acertado.

Pero la actitud chulesca del gobierno local no sólo hizo que despreciase toda advertencia o consejo, sino que además éste rechazó siquiera debatir las propuestas de la oposición para colaborar en paliar los daños, apoyar a los expropiados y evitar, o minimizar los daños. Como ya habían ido en persona a Madrid a entrevistarse con el mismísmo Fernando Martín, que les aseguró que todo estaba arreglado, se quedaron tan anchos.

En fin, que en 2013, once años después del inicio de esta estafa a los propietarios de los terrenos, de gastar miles y miles de euros en abogados y procuradores (porque señores, el gobierno local contrató asistencia jurídica de pago a pesar de que la Diputación la ofrece gratis), de perder uno a uno los pleitos emprendidos (la mayoría directamente contra los propios vecinos y para favorecer a la empresa) y el abono de las consiguientes costas judiciales, de conflictos sin fin, ha llegado lo que temíamos.

Miño está obligado a pagar más de 21 millones de euros (3.500 millones de las antiguas pesetas) por los terrenos expropiados para que Fadesa en su momento, Martinsa Fadesa más tarde, se lucraran. El balance final de todo este proceso es que los expropiados han perdido sus terrenos, que cobrarán (aunque eso está por ver) muchos años después, que muchos compradores de buena fe de las viviendas y solares también han perdido dinero, que tenemos un erial de tojos y estructuras a medio hacer, que se ha destruído un paraje natural, que todos los miñenses (y sí, incluídos los expropiados) pagarán en impuestos, recortes y reducción de servicios en los años próximos una cantidad de dinero desorbitante. Alguien habrá ganado, pero habrá que saber quién, cuánto y exactamente por qué.

Esto no es todo. Llegada la hora de la verdad, es decir, que ya no son los socialistas agoreros los que predicen la responsabilidad del concello sino un tribunal, cabría pensar que el grupo de gobierno estaría preparado para esta posibilidad. Que tendría un plan, que sabría contestar al menos con la misma soberbia con la que menospreciaba a cualquiera que le llevase la contraria. Y en caso contrario, que habría hecho examen de conciencia y mostrase arrepentimiento de su conducta, de sus políticas y de sus promesas (electorales, claro) de que no había de qué preocuparse.

Pues no. Ni contricción, ni solución. Hoy nos desayunamos con estas declaraciones del alcalde: " Yo antes no era alcalde (...) No estaba yo ni llevaba esa gestión. Era teniente de alcalde y llevaba el área de Servicios Sociales (...) Se harían cosas buenas y malas. El resultado es éste ¡Qué le vamos a hacer!"


Venga, señor Veiga Sabín, flamante alcalde de Miño por (inexplicada) espantada del anterior, no quiera reírse de los miñenses. Usted no era alcalde, no, pero ha sido TENIENTE DE ALCALDE en la mayor parte de los últimos treinta años. Lo era ya antes de Maceiras, sí, hombre, cuando se firmó el convenio con Fadesa para construir la urbanización; lo era también cuando se ratificó éste y cuando se aprobó el sistema de expropiación.


Cierto es que no lo era cuando la junta del gobierno de Maceiras, en 2003, aprueba definitivamente el proyecto de urbanización, y en la que se tienen que ausentar el propio alcalde, por tener propiedades en el  ámbito y la concejala EvaVilariño se abstiene. Pero esto no le impidió a usted firmar un pacto de gobierno apenas unos meses después, gracias a lo cual recuperó su dedicación exclusiva como teniente de alcalde y el sueldo correspondiente.
A partir de ese momento fue usted el cómplice necesario de toda la gestión que se hizo desde el concello de Miño del caso Fadesa:
  • la aprobación de la modificación del Plan Parcial
  • la reiterada falta de diálogo con los afectados
  • el desprecio por las recomendaciones del Valedor do Pobo que reclamaba de mayor colaboración y reprochaba la tramitación del expediente sin las garantíaS previstas permitiendo con ello que la entidad beneficiaria actuase de forma privilegiada
  • el rechazo a las propuestas de la oposición en el pleno extraordinario de 18 de octubre de 2008 que ofrecían diferentes medidas a aplicar ante el proceso concursal de Martinsa Fadesa y en el resto de plenos en los once años del proceso
  • la presentación de recursos contra el nuevo justiprecio de los terrenos expropiados en contra de los intereses de los vecinos
  • la decisión de firmar un nuevo contrato con Martinsa Fadesa como ejecución de la sentencia que anulaba la adjudicación en 2002
  • y, en resumen, la defensa cerrada de los intereses de la empresa aún a costa de perjudicar los de los expropiados y del pueblo en general hasta el punto de llamar la atención a los jueces, que destacaron este hecho en diferentes sentencias
También queremos recordarle que desde 2007 Maceiras gobernó con una mayoría justa (7 concejales de un total de 13) con lo que si de verdad no estaba de acuerdo con su forma de gobernar hubiera bastado que uno sólo de los concejales populares se negara a apoyar sus decisiones. Por ejemplo, usted.
No es de recibo que pretenda ahora haber estado incómodo con la política realizada, bien por miedo a dar la cara para evitar este desastre que ahora es ya una terrible realidad para Miño, lo cual lo incapacitaría para encabezar el gobierno local, bien por ignorancia de las consecuencias, lo que sería aún peor. O tal vez por simple desidia.

Aguardamos sus explicaciones, si las tiene. Y su dimisión, junto con la de todo sus concejales, si les queda algún respeto por los ciudadanos de Miño. Será el último servicio que pueden brindarles, ya que no han podido (o no han querido) evitar la ruina del concello.

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