El viernes 7 de septiembre tuvo lugar el pleno ordinario de agosto. Sí, de agosto. Como todos los años, el gobierno municipal incumple su propia norma de celebrar plenos ordinarios cada dos meses, sin motivo razonable alguno.
La excusa de este año fue esperar el segundo dictamen del Consello Consultivo sobre la liquidación del contrato con Martinsa-Fadesa por causa imputable a la empresa. En cualquier caso la espera no le valió la pena al gobierno local: el segundo informe era igualmente contrario a la presunta solución mágica que proponía Maceiras y sus asesores para el embrollo legal en el que ellos mismos han convertido el caso.
Tras un año de idas y venidas entre firma de nuevo contrato para luego liquidarlo, la situación es la misma que hace doce meses: los expropiados no han cobrado, y la posibilidad de que sea el concello el que tenga que hacer frente a esos pagos millonarios (en euros) está cada vez más cerca.
En fin, y para resumir, el resultado es que -según el alcalde- la culpa de que nos suban un 53% la tasa de basura es de los vecinos que no pagan el recibo, la culpa de que se hayan pagado unos 500.000 € de más en la obra de remodelación de A Carreira es de los técnicos municipales que no han vigilado (cuando en realidad la dirección de obra la contrató la misma empresa que llevó a cabo la obra).
También se acordó eliminar la paga extra de navidad para los tres cargos electos con dedicación en el concello, y una reducción del 7 % de las dietas por asistencia a plenos y comisiones de los concejales.
Éstas son las propuestas del grupo socialista en el pleno:
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