Bueno, hemos llegado al final de la campaña y hoy es la jornada de reflexión; es el momento de hacer balance no sólo de estos quince días sino también de los últimos cuatro años frente a los anteriores dieciséis.Hoy tenemos que valorar lo que se ha conseguido, lo que se ha contado y las oportunidades que se habían perdido para Galicia y que se han recuperado o se está en vías de recuperar; durante años se ha vivido en la cultura de esperar el dinero de Europa, de buscar el sueldo del estado o de reclamar ayudas.
Ahora Galicia tiene la obligación de ponerse las pilas y decidir su futuro sin aguardar a que otros nos los resuelvan, porque no van a seguir llegando fondos públicos sin fin, porque la crisis afectará a todos y no estará papá Estado para resolver nuestros problemas.Los medios para afrontar el futuro dependen de nosotros y mañana domingo de nuestro voto. Decidiremos si seguimos siendo los choromicas del noroeste donde siempre llueve o si pasamos a ser impulsores de una nueva sociedad en la que aunque llueva hay también días de sol y esperanza.
En los últimos días hemos encontrado a algunos socialistas con el ánimo desencantado. Seguro que llenos de razón, por haber deseado un cambio aún mayor en las instituciones en los últimos años. Nosotros querríamos también haber cambiado más la sociedad, pero cuatro años escasos no dan para más, sobre todo contando con una oposición que antes de pensar en el bien de todos los gallegos ha trabajado para minar las iniciativas, para calumniar y difamar (veáse la campaña de m... que han hecho) y para recuperar lo que creen que les pertenece por derecho divino: el poder. Ya sabéis lo que hacen con él cuando lo tienen.
El lunes 2 todo habrá pasado pero todo volverá a empezar. Habrá cuatro años más de progreso (o no), de esperanza en el futuro (o no), de gobierno para todos (o para unos cuantos), de sanidad pública (o en fundaciones)... Lo que hoy es una decisión, o una duda, el lunes será realidad. Y no habrá vuelta atrás ni arrepentimiento que valga. Sólo cuatro años por delante.
Y por cierto: Touriño se tuvo que comprar un coche porque de los tres que dispone el presidente de la Xunta uno se lo llevó Fraga para Madrid para su uso exclusivo, y el famoso coche nuevo (idéntico a los otros dos) costó 200.000 € menos que el que usa Gallardón. Será que él se lo merece y el presidente de los gallegos no.
Saludos y muchas gracias por vuestro apoyo en la campaña, mañana domingo y a partir del lunes. Porque sabemos que lo tenemos, seguimos trabajando para merecerlo.
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