sábado, 31 de julio de 2010

EL COSTE DEL ERROR

Cuando uno toma una decisión que después se demuestra equivocada (y, aceptémoslo, errar es de humanos) puede afrontarlo de diferentes formas: enterrando la cabeza en la arena, cual avestruz negando la evidencia, aceptando el fallo pero persistiendo en él, echándole la culpa a las circunstancias, a otras personas o incluso a la meteorología (recuerden no mandar los barcos a luchar contra los elementos, por ejemplo) o, por fin, aceptando que se ha errado y asumiendo el coste del error.

En este último caso, uno reconoce que quizá la determinación de hacer algo, de emprender un proyecto o de desistir de él está conllevando más problemas, gastos e inconvenientes que los beneficios esperados. En consecuencia, se desiste de la intención inicial para evitar incurrir en el doble error de la decisión equivocada y los costes que conlleva.


No, no estamos locos y seguimos sabiendo lo que queremos; no hemos convertido el blog de los socialistas de Miño en un foro de coaching ni nos hemos convertido en diletantes. Qué más quisiéramos.

El caso es que de nuevo Maceiras se ha instalado en el error, persiste en él y parece dispuesto a que los vecinos paguemos el coste el resto de nuestras vidas. De nuevo una decisión ¿equivocada? y/o ¿interesada? es seguida por otra, otra y otra más. Una expropiación aprobada sin cobertura de figura legal alguna, una tasación insultantemente baja, un escamoteo de información pública y de citación a los afectados. A continuación, batallas judiciales sin cuento para ganar tiempo, con el consiguiente coste económico y de tiempo. Y, por si fuera poco, declaraciones minimizando los efectos, insultando y descalificando a propietarios, oposición y público en general. Balones fuera y aquí no pasa nada, ni va a pasar.

¿Les suena? Podría ser Piñeiro, la investigación del Tribunal de Cuentas o cualquier otro de los numerosos asuntos judiciales en los que está inmerso el alcalde. Los pleitos se van perdiendo y las costas judiciales suele pagarlas al final el concello (es decir, los vecinos), y eso que siempre previsor, Maceiras tiene a sueldo un asesor jurídico y un asesor urbanístico, que visto lo visto le sirven para bien poco: ni asesoran ni parecen conocer la ley.

Pero hoy hablamos de Fadesa, ahora Martinsa Fadesa, y de la urbanización de Costa Anácara, ahora Costa Miño. Tanto baile de nombres ya da mala espina para una iniciativa inmobiliaria que nació maldita y que ha provocado pérdidas a casi todos: propietarios de las tierras expropiadas a un precio ridículo, compradores que han visto peligrar su inversión y ahora deben abonar el mantenimiento de calles y aceras, proveedores a quienes se adeudan facturas millonarias. Y el pueblo, los vecinos que ahora deben padecer las consecuencias de un politica depredadora del territorio a cualquier precio, que han visto negado su derecho a ser informados sobre lo que se hace con Miño y que verán hipotecado el concello por muchos años.

http://www.elpais.com/articulo/Galicia/Mino/debera/pagar/millones/macrourbanizacion/elpepuespgal/20100730elpgal_3/Tes

http://www.lavozdegalicia.es/dinero/2010/07/30/0003_8639575.htm

http://www.xornal.com/artigo/2010/07/29/economia/viviendas-campo-golf-fadesa-mino-tienen-licencia-nula/2010072922263700347.html

Con poco más de 5.000 habitantes Miño no se puede permitir abonar a los expropiados ilícitamente lo que el Tribunal Supremo les concede para resarcirles del robo con apariencia de legalidad que han sufrido hace años y que puede fácilmente superar los siete millones de euros (casi 1.200 millones de las antiguas pesetas), sobre todo con las cuentas en números rojos del concello; no puede sostener servicios para casi 1.500 viviendas que debería haber en la urbanización, más las 700 previstas en Piñeiro y las múltiples urbanizaciones que aparecen como setas en cualquier rincón del municipio.

Parece difícil también sostener el gasto en abogados y procuradores para los contenciosos y pleitos variados en número creciente, sobre todo considerando que Juan Maceiras y su grupo desprecian los servicios que en este sentido les ofrece la Diputación de forma gratuita. Según ellos Miño es autosuficiente (!!!!!!)

Y, sobre todo, no es asumible la falta de credibilidad de un gobierno municipal que engaña a los vecinos, falta a la verdad respecto a la situación del concello y les lleva a la bancarrota. Que menosprecia o directamente ignora las propuestas de los socialistas para tratar de paliar este desastre que venimos viendo venir desde hace años (como explicamos en nuestra entradas del 26 de septiembre de 2008 y del 30 del mismo mes). Y que prolonga en el tiempo, en una loca huida hacia delante, esta agonía para propietarios y vecinos, quizá con la descabellada idea de llegar a las elecciones locales de mayo de 2011 con este discurso de aquí no pasa nada.

De nuevo les rogamos a los señores/as Maceiras, Veiga, Vilariño, Bernardo, Manso, Ruanova y Rey que mediten dónde nos han metido a todos y a dónde piensan llegar para salvar su cara, su cartera o su sueldo. Asuman el coste del error, dejen de una vez de equivocarse y dimitan. Sus propios electores se lo agradecerán, los vecinos respirarán tranquilos y se podrán empezar a sanear las maltrechas cuentas municipales.




En fin, como dijo hace ya siglos Marco Tulio Cicerón, de todos es errar, sólo del necio perseverar en el error... y esto ya no parece sólo un error de necios -que también- sino algo muchísimo más grave.

1 comentario:

Angus dijo...

El verdadero problema, es que en pleno siglo XXI siguen existiendo políticos que actúan como señores feudales, y lo que es más grave todavía, es que hay personas que gustan de ser siervos y les siguen apoyando elección tras elección, lo cual demuestra que de humanos mucho pero de sabios poco.

Y desde luego que la cosa no debería quedar ahí, en mi opinión creo que incluso se puede derivar en responsabilidades penales, y si eso se demuestra que lo paguen en ajuste a la ley, que ya está bien de que el pueblo liso y llano pague los desaguisados de una clase política sin escrúpulos.

Y espero que la justicia actúe con diligencia que los ciudadanos de a pie no nos merecemos esto...

¿O sí?.

FUERZA Y HONOR.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.