LÚCIDOS E ILUMINADOS

Es un aeropuerto?
Es un monumento?
Es una calle de Abu Dabi?

No, es una calle en Miño. Siguiendo con su política de eficiencia y ahorro y buscando el objetivo de consolidar el puesto de nuestro concello como el más endeudado por habitante de Galicia, el gobierno municipal nos abruma con semejante despliegue de luz y color (ah, no, que el color-azul- se reserva para el desastroso bulevar) en las calles de Miño.
No hay dinero para nada en el concello. Vamos a afrontar la crisis: cobremos por todo a los ciudadanos (por poner vados, por aparcar en la calle, por la astrosa carpa municipal y todo lo que se les pueda ocurrir) y restrinjamos gastos.
Como en cualquier caso, como de hecho estamos haciendo en todos los hogares, lo primero son los consumos. Agua, teléfono, gasolina, electricidad. Cerrar grifos cuando no hace falta, usar el transporte público o las olvidadas piernas, apagar las luces innecesarias.

Así que, mientras en otros concellos se considera apagar la mitad del alumbrado público durante la madrugada, en Miño las mentes iluminadas (y nunca mejor dicho que en este caso) no sólo no apagan las farolas, sino que mantienen un doble juego de luces para alumbrar quizás nuevas y "constructivas" ideas.
Claro que también puede ser que, como el concejal de la vecindad trabaja en el sector y no recibe la factura como los demás mortales de ocupaciones más vulgares, no haya caído en la cuenta del despilfarro. O quizá sea accionista y entonces el caso es más delicado.
Recordemos que este concello se jacta de la gran sensibilidad ambiental que tiene y del gran trabajo por la sostenibilidad que hace. Por favor, definannos sensibilidad, ambiental y sostenibilidad, parece que no usamos el mismo diccionario.


Y una última aclaración: cuando exigimos luz y taquígrafos para la gestión municipal hablamos de una frase hecha. No hablamos de esta luz, señores.